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miércoles, 23 de enero de 2013

Neander(thal) Park

Neander Park

* El genetista George Church plantea resucitar al neandertal, la otra especie humana e inteligente, y formar una colonia de individuos
* Además de obstáculos técnicos, la idea se enfrenta a dilemas éticos
* “El modo de pensar del neandertal podría resultarnos beneficioso”


Por Javier Sampedro

El Pais, Madrid 23 ENE 2013

El evolucionista neoyorkino Stephen Jay Gould, fallecido en 2002, se quejaba de que Hollywood se había pasado cien años repitiendo la misma historia de ficción científica: el genio con más audacia que talento al que su criatura se le va de las manos; una eterna repetición, en el fondo, del mito de Frankenstein salido de la imaginación de Mary Shelley en 1818. Y tal vez la ciencia del mundo real no se haya acercado más a ese cliché que ahora mismo, ante la posibilidad real de resucitar al hombre de Neandertal, el formidable habitante de Europa y Asia occidental que se extinguió en Gibraltar hace 30.000 años. ¿Cómo acabaría ahora la película? ¿Cómo la remataría Mary Shelley? ¿Y usted, lector?

Lo primero que haría falta serían unos científicos impetuosos que se propusieran resucitar al neandertal, pero este es un asunto que ya ha saltado a la estantería de no ficción. El genetista de Harvard George Church, que ha inventado el marketing genético al escribir en una molécula de ADN su propio libro —'Regénesis: cómo la bilogía sintética va a reinventar la naturaleza y a nosotros mismos'—, ha propuesto no ya resucitar a un neandertal, sino a toda una cuadrilla de ellos (ver entrevista adjunta).

Y entre los científicos que consideran técnicamente factible la resurrección de los neandertales —si no ahora mismo, sí en el plazo de sus vidas— milita nada menos que Svante Pääbo, jefe de genética del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, líder indiscutible de la paleogenética, o recuperación de ADN antiguo a partir de huesos fósiles, y máximo artífice de un reto científico que se consideraba imposible hace solo unos años: el genoma neandertal, la lectura de la secuencia (tgtaagc…) de los más de 3.000 millones de bases, o letras químicas del ADN, que portaban en el núcleo de cada una de sus células aquellos homínidos que dominaron Europa durante cientos de miles de años y hoy duermen el sueño fosilizado de los justos.

Tratemos provisionalmente de pasar por alto los problemas técnicos, algunos muy relevantes, para preguntarnos: una vez que sepamos resucitar al neandertal, ¿deberemos hacerlo? Ante este dilema moral caben dos clases de respuestas, la de los sabios cínicos —lo que puede hacerse acaba haciéndose— y la de los sabios de la 'realpolitik', que intentan prever escenarios y minimizar daños por si los cínicos acaban teniendo razón, que es lo habitual.

¿Por qué resucitar al neandertal? ¿Y por qué no hacerlo? ¿Cuáles son los riesgos, cuántas las ventanas abiertas, cuáles las oportunidades de negocio? Lo digo en serio: imaginen que un economista neandertal nos saca de la crisis.

En primer lugar, la resurrección del neandertal plantea lo que podría denominarse el dilema del ecologista. La técnica para hacerlo, por un lado, implica una serie de manipulaciones genéticas, hibridaciones cromosómicas y clonaciones embrionarias suficiente como para atragantar la cena de Nochebuena de cualquier amante de la naturaleza. Por otro lado, sin embargo, ¿qué amante de la naturaleza se opondría a la recuperación de una especie no ya en riesgo de extinción, sino tan extinta como lo pueda estar el tiranosaurio rex? Si el amor a la naturaleza es real, ¿no debería abarcar también a las naturalezas del pasado y a nuestros antecesores en el cuidado y usufructo del planeta?

Cabe imaginar, de hecho, una postura ética que defienda no ya nuestro derecho, sino incluso nuestro deber de recuperar a la especie. Después de 300.000 años campando a sus anchas por Europa, los neandertales empezaron a replegarse hacia el oeste en sospechosa coincidencia —dentro de los geológicos márgenes de error de la paleontología— con la llegada por el este de nuestra especie, el Homo sapiens, el último invento de la evolución de los homínidos en la Madre África.

El repliegue hacia el oeste de los neandertales no fue flor de un día —se prolongó por 10.000 años y se salpicó de ocasionales intercambios, y no solo comerciales—, pero fue consistente e implacable. Hasta el extremo de que los neandertales se extinguieron en Gibraltar, la última reserva occidental que se había librado de nuestro acoso. La irreductible aldea del hombre antiguo. El registro fósil no nos deja muy bien parados, y clonar al neandertal se puede interpretar como nuestro humilde resarcimiento por haber causado su extinción.

Por supuesto que el experimento puede salir mal, dando la razón una vez más a Mary Shelley y a la machaconería con que Hollywood ha reincidido en su reestreno. El neandertal podría morir en cualquier momento de su desarrollo embrionario o fetal o, peor aún, nacer con horribles malformaciones y grandes penalidades. O quizá naciera bien pero luego resultara ser un miserable, un psicópata, un impertinente. Aun si todo lo anterior va bien, ¿cómo sería el humor de un neandertal? No me digan que contaría chistes de Gibraltar.

La resurrección del neandertal va más allá del Parque Jurásico, la novela de 1990 en que Michael Crichton prefiguró el actual debate científico. Crichton predijo la recuperación de ADN antiguo, su clonación en los huevos de una especie distinta (su elección de la rana es ciertamente discutible, puesto que los pájaros evolucionaron de los dinosaurios) y la exhibición de los resultados en un parque de atracciones.

Pero el neandertal va mucho más allá de un dinosaurio, porque ahora hablamos de una especie humana, inteligente —su capacidad craneal era mayor que la nuestra— y lo bastante sensible como para cuidar de sus enfermos y enterrar a sus muertos. Exhibirlos en un parque de atracciones no parece una opción, ni encerrarlos en una jaula.

Y ahora escriban el final de la película. Y, por favor, intenten superar a Mary Shelley.

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* Tomado de: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/22/actualidad/1358885200_037763.html

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ENTREVISTA | GEORGE CHURCH

“El modo de pensar del neandertal podría resultarnos beneficioso”

* El experto promueve la recuperación de la otra especie humana dando vida a una colonia de individuos.
* Asegura que su inteligencia quizás sea superior a la nuestra


PHILIP BETHGE / JOHANN GROLLE

El Pais, Madrid, 22 ENE 2013

En una entrevista de 'Der Spiegel', el experto en biología sintética George Church, de la Universidad de Harvard, explica cómo el ADN se convertirá en el material de construcción del futuro, capaz de crear seres humanos resistentes a los virus y posiblemente resucitar especies desaparecidas como el hombre de Neandertal.

George Church, de 58 años, es un pionero de la biología sintética, una disciplina cuyo objetivo es crear organismos y ADN sintéticos en el laboratorio. Durante la década de 1980, este catedrático de genética de la Universidad de Harvard ayudó a poner en marcha el Proyecto Genoma Humano, que creó un mapa del genoma humano. Además de su trabajo actual sobre el desarrollo de procedimientos acelerados de secuenciación y síntesis de ADN, también ha participado en la creación de unas dos docenas de empresas de biotecnología. En su nuevo libro Regenesis: How Synthetic Biology Will Reinvent Nature and Ourselves [Regénesis: de qué modo la biología sintética reinventará la naturaleza y a nosotros mismos], que también ha codificado en forma de cadenas de ADN y distribuido como pequeños chips de ADN, Church esboza la historia de una segunda Creación realizada por el hombre.

Der Spiegel se sentó hace poco con Church para charlar sobre su nuevo libro y la perspectiva de usar la biología sintética para recuperar al hombre de Neandertal de la extinción, así como sobre la idea de fabricar seres humanos resistentes a los virus.

Pregunta. Usted predijo que pronto sería posible clonar neandertales. ¿A qué se refería con “pronto”? ¿Será usted testigo del nacimiento de un bebé neandertal mientras aún viva?

Respuesta. Eso depende de muchísimas cosas, pero creo que sí. La razón por la que lo consideraría una posibilidad es que hay muchas tecnologías que se están desarrollando más deprisa que nunca. En concreto, leer y escribir el ADN es ahora alrededor de un millón de veces más rápido que hace siete u ocho años. Otra tecnología que se necesitaría para traer de vuelta al neandertal sería la clonación humana. Podemos clonar toda clase de mamíferos, así que es muy probable que podamos clonar un ser humano. ¿Por qué no íbamos a ser capaces de hacerlo?

P. ¿Quizás porque está prohibido?

R. Puede que sea así en Alemania, pero no está prohibido en todo el mundo. Y por cierto, las leyes pueden cambiar.

P. ¿Sería algo deseable el clonar a un neandertal?

R. Bueno, eso es diferente. Yo tiendo a decidir lo que es deseable basándome en el consenso social. Mi función consiste en determinar lo que es tecnológicamente factible. Todo lo que puedo hacer es reducir el riesgo y aumentar los beneficios.

P. Hablemos entonces de los posibles beneficios de un neandertal en este mundo.

R. Bueno, puede que los neandertales piensen de manera diferente a como lo hacemos nosotros. Sabemos que tenían un tamaño craneal mayor. Incluso podrían ser más inteligentes que nosotros. Llegado el momento de enfrentarse a una epidemia o escapar del planeta o lo que sea, cabe la posibilidad de que su modo de pensar pudiera resultar beneficioso.

P. ¿Cómo debemos imaginarnos eso: usted cría a los neandertales en un laboratorio, les pide que resuelvan problemas y de ese modo estudia su manera de pensar?

R. No, sin duda habría que crear una cohorte, para que así tuviesen algún sentido de la identidad. Incluso podrían crear una nueva cultura neoneandertal y convertirse en una fuerza política.

P. ¿No sería éticamente problemático crear a un neandertal solo por satisfacer la curiosidad científica?

R. Bueno, puede que la curiosidad forme parte de ello, pero no es la fuerza impulsora más importante. El principal objetivo es incrementar la diversidad. Lo que es malo para la sociedad es que haya poca diversidad. Esto es así para la cultura y la evolución, para las especies y también para las sociedades en general. Si uno se convierte en una monocultura, corre un gran riesgo de perecer. Por tanto, la recreación de los neandertales sería principalmente una forma de evitar riesgos sociales.

P. Dejando a un lado todas las dudas éticas, ¿cree que es técnicamente posible reproducir a un neandertal?

R. Lo primero que hay que hacer es secuenciar el genoma del hombre de Neandertal, y eso ya se ha hecho. El siguiente paso sería cortar este genoma en, por ejemplo, 10.000 trozos y luego sintetizarlos. Finalmente, se introducirían estos trozos en una célula madre humana. Si lo hacemos con la frecuencia suficiente, generaríamos una línea de células madre que se acercaría cada vez más a la secuencia correspondiente del neandertal. En mi laboratorio hemos desarrollado el procedimiento semiautomático necesario para hacerlo. Finalmente, unimos todos los trozos en una célula madre humana, lo que al final nos permitiría crear un clon neandertal.

P. Y las madres de alquiler serían humanas, ¿verdad? En su libro escribe que una “mujer humana extremadamente audaz” podría servir de madre de alquiler.

R. Sí. Sin embargo, el requisito previo sería, por supuesto, que la clonación humana fuese aceptable para la sociedad.

P. ¿Podría también detener el procedimiento a medio camino y crear un ser que fuese neandertal en un 50 %, usando esta tecnología?

R. Se podría y sería deseable. Incluso sería posible que a uno solo le interesasen unas cuantas mutaciones del genoma del neandertal. Suponga que uno cayese en la cuenta de que cinco mutaciones podrían cambiar las rutas neuronales, el tamaño del cráneo, unas cuantas cosas cruciales. Podrían aportarnos lo que queremos en cuanto a diversidad neural. Sin embargo, dudo que su morfología facial vaya a interesarnos especialmente (risas).

P. ¿Algún día sería posible descender aún más en la escala evolutiva y recrear ancestros todavía más antiguos como el australopiteco o el Homo erectus?

R. Bueno, se puede probar cualquier cosa si se tiene el ADN. El límite para encontrar fragmentos de ADN probablemente esté en torno al millón de años.

P. ¿Entonces no vamos a presenciar el regreso del hombre de las cavernas o los dinosaurios?

R. Probablemente no. Pero aun cuando uno no tenga el ADN, todavía es posible hacer algo que se le parezca. Por ejemplo, si quisiéramos fabricar un dinosaurio, primero nos fijaríamos en el avestruz, uno de sus parientes vivos más cercanos. Tomaríamos un avestruz, que es un ave de gran tamaño, y nos preguntaríamos: ¿qué diferencia hay entre las aves y los dinosaurios? ¿Cómo perdieron las manos las aves? Y trataríamos de identificar las mutaciones e intentaríamos construir el dinosaurio mediante ingeniería inversa. Creo que eso será factible.

P. ¿También cabe la posibilidad de crear formas vivientes que nunca hayan existido? ¿Qué hay, por ejemplo, de los conejos con alas?

R. Esa es una posibilidad más. Sin embargo, las cosas tienen que ser plausibles desde el punto de vista de la ingeniería. Hay una serie de elementos en las aves que hacen posible el vuelo, no solo las alas. Tienen huesos muy ligeros, plumas, músculos pectorales fuertes, y muchas otras cosas.

P. Los conejos voladores y los dinosaurios recreados son pura ciencia ficción actualmente. Pero a escala microbiana, los investigadores ya están creando vida sintética. Hay nuevas bacterias que detectan arsénico en el agua potable. Crean vacunas sintéticas y combustible diésel. Usted llama a estos organismos “máquinas novedosas”. ¿Qué relación guardan con las máquinas que conocemos?

R. Bueno, todos los organismos son mecánicos en cuanto a que están hechos de piezas móviles que se acoplan como engranajes. La única diferencia es que son increíblemente complejas. Son máquinas atómicamente precisas.

P. ¿Y para qué se utilizarán esas máquinas?

R. Las ciencias de la vida se apropiarán de casi cualquier otro tipo de manufacturación. No se limita a la agricultura y la medicina. Hasta podemos usar la biología de formas que no han sido empleadas en la propia evolución de la biología. Las moléculas de ADN, por ejemplo, podrían utilizarse como andamios tridimensionales para materiales inorgánicos, y con una precisión atómica. Se puede diseñar casi cualquier estructura que se desee con un ordenador, luego pulsar un botón, y ya está, ADN incorporado.

P. ¿El ADN como el material de construcción del futuro?

R. Exactamente. Y es asombroso. La biología es buena fabricando cosas que son muy precisas. Fíjense en los árboles por ejemplo. Los árboles son extremadamente complejos, al menos a escala molecular. Sin embargo, son tan baratos que los quemamos o los convertimos en mesas. Los árboles cuestan alrededor de 50 dólares por tonelada. Esto significa que se pueden fabricar cosas que tienen una precisión casi atómica por cinco centavos el kilo.

P. ¿Propone en serio construir toda clase de máquinas – coches, ordenadores o máquinas de café — a partir de ADN?

R. Pienso que hay muchas probabilidades de que eso sea posible. De hecho, los ordenadores fabricados con ADN serán mejores que los actuales porque tendrán procesadores todavía más pequeños y consumirán menos energía.

P. Analicemos un par de aplicaciones diferentes de la biología sintética. ¿Cuánto tiempo pasará, por ejemplo, hasta que podamos llenar los depósitos con un combustible que se haya producido usando microorganismos sintéticos?

R. El hecho es que ya tenemos organismos capaces de producir un combustible compatible con los motores de los coches actuales. Estos organismos convierten el dióxido de carbono y la luz en combustible por medio de la fotosíntesis, básicamente.

P. ¿Y lo hacen de un modo aceptable desde el punto de vista económico?

R. Si consideran que 0,29 dólares por litro de combustible es una buena cifra, entonces sí. Y el precio bajará. La mayoría de estos sistemas están como mínimo cinco veces por debajo de sus límites teóricos, puede que incluso 10 veces.

P. ¿Así que deberíamos incluir urgentemente la vida sintética en nuestros planes con vistas al futuro suministro de energía de Alemania?

R. Bueno, no creo necesariamente que ir despacio sea un error. No es que Alemania esté perdiendo terreno frente a muchos otros países ahora mismo, pero debería haber algún tipo de planificación sobre la ingeniería y la política.

¿Está Church jugando a ser Dios?

P. Tradicionalmente, a los alemanes les asustan los organismos genéticamente modificados (OGM).

R. Pero no olviden algo: los organismos de los que hablamos no serán OGM como los que se usan en la agricultura. Estos estarán en contenedores, de modo que si hay un proceso de planificación cuidadosa, yo diría que Alemania sería tan buena como cualquier país en esto.

P. En Alemania ha habido mucha oposición ciudadana feroz a la ingeniería genética. ¿Cómo ha vivido esto? ¿Le resulta molesto?

R. Todo lo contrario. Personalmente pienso que ha sido fructífero. Y creo que hay relativamente pocos casos en los que ese debate haya frenado el progreso tecnológico. Creo que debemos ser bastante cautos, pero eso no significa que debamos imponer moratorias a las nuevas tecnologías. Se trata de conceder permisos, supervisar, hacer pruebas. Y es verdad que debemos asegurarnos de educar a los ciudadanos al respecto. Sería estupendo que todos los políticos del mundo fueran tan espabilados para las tecnologías como el ciudadano medio lo es para la política.

P. La mejor forma de que se acepten esas tecnologías es que se apliquen primero en el ámbito médico...

R. Sí, y las posibilidades de la vida sintética son especialmente numerosas en el sector farmacéutico. Es posible que los fármacos clásicos, basados en pequeñas moléculas, tengan los días contados. De hecho, es un milagro que hayan llegado siquiera a funcionar. Es como si medicaran el cuerpo entero. Producen reacciones cruzadas con otras moléculas. Ahora estamos mejorando cada vez más en la programación celular. Así que creo que las terapias celulares van a ser el próximo gran hallazgo. Si se modifican mediante ingeniería los genomas y las células, se consigue un grado de complejidad increíble. Utilizando el virus del sida como ejemplo...

P. ... ¿Una enfermedad que también quiere erradicar con la terapia celular?

R. Sí. Lo que hay que hacer es extraer del cuerpo los precursores de las células sanguíneas, modificarlos mediante ingeniería usando la terapia génica para silenciar ambas copias del gen CCR5, que es el receptor del VIH, y luego reintroducirlos en el cuerpo. De ese modo ya no es posible contraer el sida, porque el virus no puede entrar en las células.

P. ¿Nos equivocamos al suponer que tampoco dudaría usted en usar la terapia celular con gérmenes, si de esa manera pudiera mejorar genéticamente a los humanos?

R. Bueno, ya hay terapias con células madre. Hay trasplantes de células madre hematopoyéticas que se realizan de forma generalizada y trasplantes de células madre de la piel. Una vez que se tenga la experiencia suficiente con estas técnicas, se puede empezar a hablar de la clonación humana. Una de las cosas que hay que hacer es modificar mediante ingeniería nuestras células para que tengan menos posibilidades de desarrollar cáncer. Y luego, una vez que tengamos una menor probabilidad de cáncer, podemos aumentar su capacidad de autorrenovación, de modo que la probabilidad de senescencia sea menor. Tenemos personas que viven hasta los 120 años. ¿Y si todos pudiésemos vivir 120 años? Eso podría considerarse deseable.

P. Pero usted no tiene ninguna idea de qué genes modificar a fin de alcanzar ese objetivo.

R. Para averiguarlo, ahora nos estamos dedicando a secuenciar el genoma de tantas personas como sea posible que hayan vivido más de 110 años. Solo hay 60 personas así en todo el mundo de las que tengamos conocimiento.

P. ¿Tienen ya algún resultado?

R. Es demasiado pronto para saberlo. Pero hemos tomado muestras de ADN de unas 20 de ellas y el análisis acaba de empezar.

P. ¿Espera que todas ellas tengan una misma mutación que garantice la longevidad?

R. Es una posibilidad. La otra posibilidad es que cada una tenga su propia pequeña ventaja sobre el resto de la gente. Lo que buscamos son alelos protectores. Si cada una tiene su propia respuesta, podemos analizarlas y preguntarnos: ¿qué pasa si las ponemos todas en una misma persona? ¿Se anulan las unas a las otras, o se complementan?

P. ¿Realmente imagina una nueva era en la que los genes se usen como cura contra el envejecimiento?

R. ¿Por qué no? Muchas cosas que antes se dejaban a la suerte ya no tienen que abandonarse si añadimos la biología sintética a la ecuación. Pongamos un ejemplo: la resistencia a los virus...

P. ... ¿Que también puede conseguirse usando la biología sintética?

R. Sí, resulta que hay determinadas maneras de hacer que los organismos de cualquier clase sean resistentes a cualquier virus. Si se modifica el código genético...

P. ... ¿Se refiere al código que todas las formas de vida de la Tierra emplean para codificar la información genética?

R. Exactamente. Es posible cambiar ese código. Estamos probándolo en bacterias y es muy probable que se pueda crear una E. coli completamente resistente a los virus, por ejemplo. Pero no lo sabremos hasta que lo consigamos. Y no prometo nada. Solo estoy abriendo un camino para que la gente pueda ver los posibles futuros que tenemos.

P. Y si funciona en bacterias, ¿se supone que luego podrá pasar a las plantas, a los animales e incluso a los seres humanos? ¿Y eso significa que ya no habrá más sarampión, ni más rabia, ni tampoco más gripe?

R. Claro. Y eso, por cierto, sería otro argumento para la clonación, ya que es probable que la clonación vaya a ser reconocida como la mejor forma de crear dicha resistencia a los virus en los seres humanos. Mientras sea segura y se pruebe despacio, podría ganar aceptación. Y no la estoy defendiendo. Solo estoy diciendo que esto es lo que podría suceder.

P. Todo parece muy fácil y sencillo. ¿No son los procesos biológicos mucho más complicados de lo que le gustaría hacernos creer?

R. Sí, la biología es complicada, pero en realidad es más sencilla que muchas otras tecnologías que estamos utilizando. Es porque hemos recibido un gran don que la biología nos ha dado. Podemos coger simplemente un poco de ADN e introducirlo en una célula madre humana, y el resto se monta solo. Simplemente sucede. Es como si un ingeniero experto aparcase una nave espacial en nuestro patio trasero sin muchos manuales de instrucciones, pero con muchos extras que se explican por sí solos. Eliges algo y sabes más o menos lo que hace después de un pequeño estudio.

P. ¿Entiende que habrá gente que se sienta bastante incómoda con la idea de cambiar el genoma de la especie humana?

R. Creo que, de todas maneras, la definición de especie está a punto de cambiar. Hasta el momento, la definición de distintas especies ha sido que no pueden intercambiar ADN. Pero cada vez más, se está eliminando la barrera entre especies. Los seres humanos compartirán probablemente genes con toda clase de organismos.

P. Primero propone cambiar el código genético que tiene 3.000 millones de años de antigüedad. Luego explica que quiere crear un hombre nuevo y mejor. ¿Se extraña cuando la gente le acusa de jugar a ser Dios?

R. Sin duda alguna, respeto la fe de otras personas. Pero, en general, en la religión no quieres que la gente se muera de hambre. Hay 7.000 millones de personas viviendo en este planeta. Si parte de la solución para alimentar a esas personas pasa por hacer que sus cultivos sean resistentes a los virus, entonces uno tiene que preguntarse: ¿realmente existe algo en la Biblia que diga que no se deberían hacer cultivos que sean resistentes a los virus? No creo que hacer un cultivo resistente a los virus sea básicamente más problemático desde un punto de vista religioso que manipular genéticamente un perro, una vaca o un caballo de la forma en que lo hemos estado haciendo durante 10.000 años.

P. Los cultivos resistentes a los virus son una cosa. Los seres humanos resistentes a los virus son algo totalmente diferente.

R. ¿Por qué? En la tecnología, en general no damos grandes saltos. Es un progreso lento. No vamos a hacer un ser humano resistente a los virus antes de que hagamos una vaca resistente a los virus. No entiendo por qué la gente debería sentirse tan profundamente ofendida por esa clase de tecnología.

P. Aparte de la oposición religiosa, la biotecnología también provoca temores muy reales, como el de las formas de vida artificiales que podrían resultar ser virus asesinos peligrosos. ¿No necesitamos tomar precauciones especiales?

R. Tenemos que ser muy precavidos, estoy totalmente de acuerdo. Casi nunca me muestro contrario a la precaución o la regulación. De hecho, las pedí para los permisos de comercialización y para vigilar la biología artificial. Sí, creo que los riesgos son elevados. Los riesgos de no hacer nada también lo son, si tiene en cuenta que hay 7.000 millones de personas que necesitan alimentos y que están contaminando el medio ambiente.

P. Señor Church, ¿cree usted en Dios?

R. Estaría ciego si no viese que la fe, en un sentido general, nos ha llevado a donde estamos hoy en día. La fe es una fuerza muy poderosa en la historia de la humanidad. Por eso respeto mucho las diferentes clases de fe. Al igual que pienso que la diversidad es algo muy bueno desde el punto de vista genético, y que también es algo bueno desde el punto de vista social.

P. Pero está hablando de la fe de otras personas. ¿Qué pasa con su propia fe?

R. Tengo fe en que la ciencia es algo bueno. En serio, diría que siento mucha “admiración” por la naturaleza. De hecho, creo que, hasta cierto punto, “admiración” fue una palabra casi inventada por los científicos. No todos los científicos sienten admiración, pero los científicos están en mejor lugar para sentir admiración que casi cualquier otra persona en el mundo, porque en realidad pueden imaginarse todas las diferentes escalas y toda la complejidad. Un poeta ve una flor y puede hablar sin descanso de lo bonitos que son sus colores. Pero lo que el poeta no ve es el xilema, el floema, el polen, las miles de generaciones de reproducción y los miles de millones de años antes de eso. Todo eso solo está a disposición de los científicos.

P. Señor Church, le agradecemos esta conversación.

Traducción de News Clips.

© 2013 Der Spiegel. New York Times Service.

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* Tomado de: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/22/actualidad/1358880640_886356.html

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